Luego de una buena noche bien dormida, nos levantamos para desayunar en el hotel y a esperar el transfer al puerto de Long Beach (junto con otra gente que también tomaba el mismo u otro crucero).
No tardamos mucho en llegar a la terminal, de hecho lo que más tardó fue la fila para hacer el “check-in”, donde te toman la foto y te dan las tarjetas/llave.
Nos fuimos directo a almorzar y disfrutar un poco del Sol sobre la terraza, mientras veíamos como la gente seguía embarcando: familias con niños, parejas, grupos de amigos, etc.
Luego a eso de las 13h30 cuando el camarote estaba listo, allí fuimos a dejar nuestras valijas (teníamos solamente las de mano y decidimos mantenerlas con nosotros en vez de despacharlas al hacer el check-in).
Descansamos un poco (re cansados ellos), nos cambiamos y nos fuimos a ver el barco zarpar. “Sho me shevo las gafas para ver la puesta del Sol” – dijo Chloé.
Salimos a la cubierta y no solamente no había Sol, era de NOCHE, y el barco había zarpado hacía un rato porque las luces de Long Beach se las veía lejos !
Dejo los detalles de la vida en el barco para otro post (comida, camarote, actividades) y les paso a contar sobre las diferentes “paradas” –como digo yo– que hicimos.
El primer destino del Carnival Inspiration, en su recorrido de 4 días, no es muy lejos. La Catalina Island está en frente de Long Beach por lo que supongo que el barco no debe ir muy rápido durante la noche !
Amanecimos el martes en el puerto de Avalon, una de las dos ciudades que hay en la isla, ya que el resto esta inhabitado –de hecho hay muchas excursiones que se pueden hacer si a uno le gustan las actividades en la naturaleza.
Como es una isla y no tiene calado para que un crucero amarre, para bajar del barco hay que utilizar las botes de servicio, que van y vienen todo el día. Como todo, muy organizado: ibas al teatro del crucero a la hora que querías, te daban un número y cuando era tu “turno” un empleado guiaba al grupo hasta el lugar de embarque.
Al bajar, llegamos a esta hermosa ciudad, rodeada por montañas, llena de palmeras y con una vista hermosa al mar :
Tiene un lindo muelle con tiendas :
Y baños, claro. Miren los colores, qué californiano !
Hay gente que vive en Avalon, aunque no son muchos, y las casas están en su mayoría en las alturas de esas montañas rocallosas.
Acá pueden ver el crucero “estacionado” a lo lejos y los botes que traen a la gente hasta el muelle :
Allá en el fondo, el edificio redondo, es el antiguo casino de Avalon, que ahora creo que es un museo. En su época era una destinación muy popular para la gente de la zona; ahora parece que este crucero que tomamos, mantiene viva la ciudad trayendo miles de turistas por semana !
Miren las casas y las palmeras !
Otra linda vista :
¿Qué hay para hacer en Catalina? No mucho, porque como verán no tiene playa natural, sino que apenas esa pequeña bahía pero que es de arena gruesa y rocosa –si se tiene tiempo quizás valga la pena irse para otros lados de la isla, donde quizás sí haya playa. Lo “cool” para hacer ahí, es alquilar un golf cart y salir a recorrer Avalon. TODO el crucero se alquila uno, hay dos empresas que tienen decenas de carritos disponibles :
Y aquí el recorrido que ellos de recomiendan de hacer (aunque no hay mucha más opción porque si no respetás eso te quedás trabado en cellecitas de sentido único).
Así que luego de convencer a Chloé de que era una buena idea, allí fuimos a nuestro recorrido :
Se empieza subiendo bastante, y se puede ver el barco a lo lejos…
… y magníficas tomas de la bahía :
Una palmera que no le importa nada :
Pasamos por un cementerio de mascotas :
Y en cada “punto turístico” que marcaba el mapa, toda la gente estacionaba su carrito para sacar fotos :
Luego de una hora y media de recorrido (y de apretar a fondo el pedal para que avance el carro ese!) devolvimos el vehículo y nos fuimos a tirarnos un rato en la arena.

A mi lo que me fascinó del viaje son las palmeras californianas. Ahora entiendo por qué son un clásico :
Luego de una hermosa siesta y justo cuando nos empezó a agarrar el hambre, levantamos campamento y nos despedimos de Santa Catalina para volver a nuestro barco (regla número 1, aguantar para almorzar en el barco, no te voy a pagar comida en tierra cuando tengo un buffet que me espera).

Próxima parada : Ensenada, México.
Que lindas fotoss!! Hermosa isla
Me rei cuando lei que fueron al camarote y que al salir era de noche y ya habian zarpado me hizo acordar cuando nos paso lo mismo con Mary aquella vez que salimos y ya habiamos zarpado no nos dimos cuenta y ustedes si lo habian visto
Me encantan esas palmeeeeras son altisimas
Ya quiero mas para seguir leyendo y viendo fotitoss
Buen post
Xoxo
Sí ! Es verdad, eso los pasó a ustedes en aquel crucero jaja
Una belleza Gui, tienen que ir Ya se vienen los otros posts. Besos !
Linda la isla Catalina, cuando estuvimos en LA teníamos intención de ir, pero al final el ferry me pareció demasiado caro (algo así como $80 por persona, si mal no recuerdo).
Dónde durmieron la siesta? abajo de un árbol?
$80 ! Salty.
Sí, abajo de una palmera muy tranqui. Hasta que una chica que estaba cerca, comiendo, fue atacada por una banda de gaviotas y pegó un grito que nos despertó jaja
[…] Catalina Island 20 marzo, 2016 […]