
Dejamos Nuremberg para “salirnos” del camino por Alemania para recorrer otro de los destinos europeos más lindos, Praga. Pero antes de cruzar la frontera paramos a visitar otro antiguo campo de concentración, esta vez el que funcionaba en la ciudad de Flossenbürg. Este es un “cortito” para mostrarles un poco de lo que vimos allí.
A diferencia de la visita al campo de concentración de Dachau que les mostré en este post, en éste no había casi nadie y tampoco había un tour guiado, pero no por eso menos interesante de recorrer.
Como les contaba, este Konzentrationslager se situaba en la municipalidad de Flossenbürg y entre 1938 y 1945 pasaron por este horrible lugar aproximadamente 100.000 personas (detenidas por su nacionalidad o etnia) y al menos 30.000 fueron asesinadas.
Llegamos, dejamos el auto en un estacionamiento enorme vacío, y si mal no recuerdo entramos directamente por el edificio principal. Al igual que en Dachau, este edificio “lindo” era la fachada e ingreso principal, como si se tratara de un lugar como la gente.
Hoy en día hay dos de las barracas que están aún en pie y que fueron utilizadas para hacer el museo/memorial. El campo se encuentra en una especie de “valle” como se pueden ver las montañas atrás, y siguiendo el camino del medio se baja a una depresión donde se encuentran otros sitios interesantes que fuimos a ver antes de visitar las exposiciones.
Al mirar para atrás se ve la entrada y esas columnas que representan el lugar donde se comenzaba el enrejado que rodeaba al campo.
Bajando por el valle hay varios jardines, muchos árboles y plantas y algunas cruces, aunque no recuerdo si eran simbólicas o lápidas.
A la izquierda del camino se encuentra un memorial a los prisioneros judíos que pasaron por Flossenbürg, al cual se puede ingresar. Si bien no hay nada en particular en su interior, es un lugar tranquilo para la reflexión…
…y el tragaluz es una Estrella de David:
Seguimos bajando por el camino hasta llegar a lo que llaman el “Valle de la Muerte”, donde se encuentran los memoriales a las diferentes naciones:
Y un monumento común a todos, la “pirámide de cenizas”:
Del otro lado del valle se encuentra el lugar más escalofriante, el edificio donde funcionaba el crematorio. Como quedaba en el valle, hacia el final de la vida del campo de concentración se construyó un túnel con rampa para enviar los cuerpos directamente desde las barracas hacia el crematorio.
Acá se ve el ingreso del túnel/rampa y la torre de custodia. Hoy en día es uno de los símbolos más importantes y fuertes que recuerdan el horror de la masacre y el desprecio total de la vida humana. Escalofriante.
Volvimos a subir para visitar el interior del museo y exposición. En una parte se pueden visitar salas en el estado original, de la misma manera que en Dachau.
La exposición en general es parecida a la de Dachau también, pero no por eso menos interesante, obvio. Tiene sentido que los objetos y documentos que se vean ahí sean los mismos o parecidos, ya que la idea del régimen era el “orden” y la homogeneización de los pueblos.

La parte más emocionante es la galería de fotos reales de los prisioneros y el relato de sus historias: quiénes fueron, cómo eran las familias, los hijos que nacieron en el campo, los que fueron separados, etc.
En Flossenbürg hubieron también 3 argentinos:

Y este mapa es impresionante, mostrando todos los campos y “sub-campos” (locaciones satélites al rededor de cada campo de concentración principal), acaparando todo el territorio.
Y al igual que en Dachau, la parte que más me emocionó es la documentación sobre la liberación de los campos:

Con esto terminamos el recorrido y nos fuimos para seguir el camino, ahora sí sin parar hasta Praga
Ah ! Para manejar por la República Checa, si bien no hay frontera física como es normal dentro de la Comunidad, es necesario comprar un permiso de circulación. Había leído que mucha gente sigue de largo, pero no me gusta quedarme preocupado que me llegue un factura 6 meses más tarde, así que paré en el puesto y la compré. Ojo, porque muchos autos de alquiler ya la tienen (al igual que el sticker de otros países, como Suiza) porque alguna persona que utilizó el auto antes que uno se ocupó de comprarlo.
Bueno, espero que les haya gusto compartir esta visita (al final no fue tan “cortito” el post, sorry). Ya se que dije que el próximo post era Praga, pero bueno, no quería dejar de lado esta visita a Flossenbürg que me pareció muy interesante.
Gracias por leer !