Paseando por Berlín – Parte I

Ya estamos llegando al final de este recorrido por Alemania (parte de las largas vacaciones del 2016) y nos toca hoy visitar su capital, Berlín. Llegamos el sábado 16 de julio y fuimos al encuentro de nuestro amigo alemán, Jonas y su esposa. La mañana siguiente, salimos a recorrer.

Por conveniencia de los puntos que tenía en ese momento para los hoteles, dejamos el Am Steinplatz Hotel y nos fuimos al Westin Grand Berlin para las otras dos noches en Berlín.

Luego de desayunar hicimos el check-oui y pedimos que nos traigan el auto. Nos subimos para ir hacia el otro hotel y nos habían dejado una cartita con un agua mineral. El mensaje estaba en alemán y escrito a mano (como el que nos habían dejado en la habitación), así que supongo que lo tradujimos con Google Translator.

La distancia entre un hotel y el otro no era mucha, y lo lindo fue que pasamos (y justo nos agarró el semáforo) por la Puerta de Brandenburgo. No hay nada que te haga sentir más local que andar en auto por estas ciudades y pasar como si nada por monumentos tan reconocidos.

Hicimos el check-in en el Westin Grand y pregunté por el parking. La recepcionista muy simpática me dice, básicamente, “tenemos valet parking pero es carísimo, no le conviene, estaciónese acá enfrente en Galeries Lafayette que es barato la estadía”. Y eso hicimos.

Uno de los inconvenientes de recorrer en auto Europa es el tema de los estacionamientos. Si uno quiere hospedarse en el centro, se paga mucho parking. Pero bueno sarna con gusto no pica.

Aprovechamos que estábamos ahí y dimos una vueltita express por Galeries Lafayette Berlin, que cumplía 20 años y lo estaba celebrando:

El centro del edificio es este “huevo” que me pareció bastante impresionante. Si van bajando la foto despacito se puede apreciar:

Y más impresionante (bueno tampoco quiero abusar de la palabra, pero tipo en el sentido de que el Alto Avellaneda no lo tiene) era mirar hacia abajo, donde se encuentra el mercado y restaurant:

Salimos nuevamente a la calle y el cielo estaba tan gris que era muy obvio que en cualquier momento empezaría a llover. Entonces aprovechamos que la Puerta de Brandenburgo queda a unas dos cuadras del hotel y fuimos para esa zona.

Este barrio de Berlín es hermoso. Tiene unos edificios increíbles, muy clásicos e impecables. Bueno en realidad toda la ciudad es impecable, limpia y ordenada. El edificio del Westin Grand es esta belleza:

A lo lejos se veía una publicidad del diario Die Welt (El Mundo) que es un enorme globo inflable que flota fijo. Después cuando fuimos para ese barrio descubrimos que lo bajan y uno puede subir. Creo que entra en el próximo post.

Enseguida salimos al famoso boulevard Unter den Linden, y a unos metros rodeada de turistas, la mítica puerta:

Sí, fuimos en serio, no son fotos sacadas de Google:

Perdón, esta es mejor, con la chica que nos mira con cara de… bah no sé con cara de qué, les dejo decidir

Qué triste que para hablar de la siguiente foto haya tenía que fijarme en Google qué ataque terrorista había ocurrido en esos días. Pues resulta que había sido, tres días atrás, el ataque en Niza donde el camión atropelló a la gente en la calle. Estas eran las flores que la gente dejaba en apoyo al pueblo francés:

Cambiando de tema mal, si un día van a Berlín van a ver que el muñequito este, el Ampelmann, es un ícono y tiene su propia tienda (una boludez tremenda, pero bueno, bien turística). Es el clásico hombrecito de los semáforos peatonales. En la boutique hay de todo con la forma o el diseño del “bichito” este.

Y JUSTO cuando estaba por entrar a comprarme algo con la forma del Ampelmann (no), se largó a llover con todo. Y como estábamos a la vuelta del hotel, fuimos a refugiarnos de la lluvia ácida a nuestra habitación por unos minutos. Menos mal, porque miren que lindas fotos del interior les pude tomar:

Al ratito ya se había ido la chuva y el sol había vuelto a salir. Y continuamos el paseo en dirección opuesta, pasando primero por la Sankt-Hedwigs-Kathedrale y su magnífica cúpula:

Y opuesta a la catedral, uno de los edificios de la Universidad Humboldt:

Si bien la Puerta de Brandenburgo es el ícono principal de Berlín, la Fernsehturm o Torre de Televisión de Berlín, con sus casi 370 metros de altura es protagonista de muchos paisajes, por ejemplo:

Y aún más contrastante con el hermoso edificio del Berliner Dom:

Un edificio que nos quedamos observando un rato largo, lleno de detalles por donde se lo mire.

Mismo de los costados, al cruzar el río, se lo ve hermoso et imponente:

Seguimos paseando en dirección del Der Volkspark am Weinberg, ya que para variar teníamos ganas de comer una fondue suiza y en ese parque hay un restaurant suizo muy recomendado en TripAdvisor.

Llegamos al parque y en el medio estaba el restaurante Nola’s. Era un lindo día para comer afuera, pero lamentablemente no había lugar y encima dejan que la gente fume en las terrazas, así que optamos por comer adentro, con aire.

Como saben, somos fanáticos de la fondue au fromage y cuando estamos de viaje comemos una en cuanto vemos un restaurante suizo (y si no lo vemos, lo buscamos). ¿Saben como se le llama al queso pegado que queda en el fondo y que se puede rasquetear y comer? Los suizos franceses le dicen la religieuse y es un sacrilegio dejarla

Volviendo al tema, o al país, terminamos de cenar y aprovechamos los 3 km para volver a pie y bajar todo ese queso. Mientras caía la noche, caminamos por el centro de Berlín…

Seguía apareciendo la torre en cada esquina que cruzábamos y hasta que pasamos por al lado y la dejamos atrás.

Como verán, para esta altura del viaje los días eran cada vez menos productivos, pero sin estrés. Sabíamos que estábamos cansados y que de todas maneras no podríamos ver TODO, así que solamente disfrutábamos de pasear y ver lo que se aparecía en el camino.

A dormir y a recargar energías para disfrutar más de Berlín la mañana siguiente. Espero que les haya gustado el paseo, nos vemos en el próximo post

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