
Después de tres días en Praga, nos volvemos a subir al auto para dejar la República Checa y continuar con nuestro recorrido por Alemania. El próximo destino no es ni más ni menos que Berlín y en el camino aprovechamos para una rápida visita de Dresde. Un post cortito (para mis estándares) ya que fue un día de mucha ruta, ¿arrancamos?

Bueno, “de mucha ruta” es un decir. De Praga a Dresde son 150 km y luego hasta Berlín otros 200 km. Es una de las ventajas de Europa, con un par de horas de ruta podés cruzar tantos lugares increíbles. Acá (como en Argentina), podés manejar 5 horas seguidas sin llegar a ningún lado
Dejamos Praga por la mañana y agarramos la ruta hacia Berlín. El día estaba hermoso, con todo el sol que no habíamos tenidos durante nuestra estadía en la capital checa, pero bueno. El plan era hacer el viaje en dos tramos, parando para almorzar y dar una rápida visita de la ciudad de Dresde (o Dresden, en alemán).
Apenas 150 km más tarde ya estábamos entrando en esta histórica ciudad. Gracias a Google Map llegamos directo a un parking público en el centro de la ciudad, donde dejamos el auto y continuamos a pie.
Nuestro paso por Dresde fue realmente una “parada técnica” y apenas visitamos el casco histórico y almorzamos en una muy linda pizzeria moderna.
Como no teníamos mucho tiempo, nos dirigimos directamente al sector donde se encuentra la Frauenkirche (la Iglesia de Nuestra Señora de Dresde), que se encuentra en una plaza muy linda rodeada de restaurantes, hoteles y edificios importantes.
¿Qué tiene de importante esta iglesia? Pues durante la segunda guerra mundial, en 1945, Dresde fue bombardeada y 90% del centro histórico de la ciudad fue destruido, incluida la Frauenkirche. En 1994 se comenzó su reconstrucción (al igual que muchos otros edificios históricos) y recién en 2005 se la completó.
Así luce ahora y la podemos disfrutar
Después de apreciar un rato el lugar, entramos en una pizzería y almorzamos esta media pizza que no entraba en el plato (y que convengamos que casi no tenía queso, pero bueno):
Dejamos Dresde con ganas de seguir visitando, pero quedará para la próxima ya que Alemania sin duda está en nuestro top 5 de destinos preferidos (seguido recordamos este road-trip y lo lindo que fue). Un poco más de dos horas nos faltaban para llegar al hotel de Berlín.
Cuando llegamos al Hotel am Steinplatz, un hotel topísimo que disfrutamos gratis gracias a los puntos de Starwood, le anunciaron a Chloé que había sido elegida “VIP del día” (cosas que le ocurren a ella). En la habitación también había una notita de bienvenida.
Apurados, dejamos las cosas y nos cambiamos rápido ya que nuestro amigo alemán Jonas y su esposa (que no conocíamos aún) nos estaban esperando para cenar en un restaurant.
Caminamos hasta el metro y luego de varios mensajes de “ya casi llegamos, sorry guys” y una caminata hasta el lugar, finalmente llegamos.
Jonas es uno de nuestros amigos del grupo de intercambio de Londres del 2009, y la última vez que lo habíamos visto había sido en el 2014 en un viaje a Londres. Creo que justamente en aquel fin de semana que lo vimos, nos había contado que estaba conociendo una chica (y si no fue así, perdón pero queda más lindo contarlo así), que resulta ser esta divina y simpática alemana, Alesja, con quien se había casado hacía unos meses.
El lugar que habían elegido era Datscha, un restaurant de comida rusa. Comimos dos platos de degustación para compatir: el primero, como ven arriba, eran varias entradas y el segundo, aquí abajo, dumplings rusos:
Pasamos el resto de la soirée charlando, caminando, visitando el barrio de los chicos y pasándola lindo pasaron las horas. Nos mostraron más tarde la movida que hay en la zona de la estación Warschauer Straße, donde hay mucho arte callejero, bares y discos improvisados en los antiguos hangares ferroviarios. Muy cool
Antes de despedirnos nos acompañaron hasta el East Side Gallery, donde están los mejores “pedazos” del muro de Berlín:
Nos despedimos de nuestros amigos y nos volvimos para hotel a recargar energías para recorrer Berlín el día siguiente (ay ahora cada vez que digo Berlín pienso en La Cada de Papel ).
Los dejo con esta “perlita” encontrada al paso:
Gracias por pasar, nos vemos en el próximo post !