
Como les adelantaba en el post anterior, la última noche en Praga decidimos irnos de excursión. Sí, bueno de “excursión” a una noche en un restaurant con una cena-show folclórica de comida, música y baile checo. Pasen que les cuento sobre esta hermosa experiencia.
Casi nunca hacemos excursiones pagas cuando viajamos, pero cuando llegamos al hotel de Praga la recepcionista nos dio unos folletos por si nos interesaba hacer alguna actividad organizada.
En la habitación los miramos (porque también es una buena manera para saber qué cosas hay para ver en la ciudad, sin que uno pague la excursión) y vimos que había una cena (con vino típico incluido) con show en vivo mostrando un poco la cultura folclórica de la República Checa. ¿Lo mejor? El precio: 800 coronas por persona, unos 35 dólares, tout compris.
Lo pensamos y al día siguiente pedimos en la recepción que nos reserven dos lugares y así fue como en nuestra última noche en Praga nos pasaron a buscar por el hotel para llevarnos al restaurant que quedaba del otro lado del río. Bueno igual un detalle (pero que me quedó el recuerdo).
Pobre, el hombre que conducía la van tenía un olaaarachevooo… creíamos que no llegaríamos más aguantando la respiración, encima fuimos los primeros en ser recogidos por el hotel y fuimos levantado a tres otras parejas.
El lugar se llama Restaurace U Marčanů, y si bien es un restaurante normal, nos dio la impresión que está dedicado completamente a recibir los grupos de turistas para estas cenas temáticas. Muy lindo por fuera, muy típico:
Como ven, cuando llegamos al restaurante todavía era de día! Entramos y nos indicaron en qué mesa sentarnos. Teníamos una mesa de ocho personas, para nuestro “contingente”: dos parejas de australianos (una de 40+ y otra de 60+), una pareja de mexicanos (50+) y nosotros (adolescentes, digamos).
Fuimos los primeros en llegar, pero al rato empezaron a llegar otros contingentes y eran todos grupos mucho más grandes y ocuparon las mesas largas.
Mientras llegaba la gente los organizadores iban preguntando los países de procedencia y al rato, la señora que ven acá arriba (una genia total) junto a otros músicos, empezaron a darnos la bienvenida y a tocar una canción representativa para cada país (los iban anunciando). Ya con eso te hacen la noche viste.
No, no me pregunten qué tocó para la Argentina (yo era el único, pero aún así me dedico algo, probablemente un pedacito de un tango) y mucho menos tuve la rapidez de filmar
Mientras seguían con la música, empezaron a servirnos el típico vino checo (bueno yo pagué por una cena típica, te rotulo todo como “típico checo”). Lo especial era la manera de servirlo, como ven en esta fotaza:
El mozo viene con los dos tipos de vinos (nah, no se ve en la foto pero imaginadlo), uno en cada sobaco. Esos tubos de vidrio tienen un pico largo que le llega hasta el dedo índice, el cual hace la función de válvula. Entonces te pregunta cuál querés y te libera el chorro con el dedito y a 50 cm te lanza el vino a la copa, sin una gota que salpique.
También se podía tomar cerveza checa y, al igual que el vino, era ilimitado (canisha libre, vió).
Cuando ya todo estábamos listos nos sirvieron la comida. La verdad que no recuerdo qué hubo como entrada, pero como ven el plato principal era como una brochette acompañada de una milhojas de papas (como un gratin dauphinois).
Mientras comíamos, los músicos y la señora cantante nos hicieron un hermoso show de música checa. La señora tocaba a su vez un instrumento que creo era un címbalo.
Les preparé tres videos cortos (están en mute automáticamente por respeto, pónganle volumen) y el primero es para mostrarles un poco de la música que tocaban (especialmente un fragmento del Ave María):
En un momento un señor vino con este coso, y la viejita (con cariño) cantó una canción típica checa (por si no quedó claro que la cena era temática):
Otras canciones las cantaba la otra señora y a su vez animaba un poco la soirée (pero para nada pesada). En un momento interactuaban con un instrumento sospechoso, mezcla de cuerno con un pedazo de animal, no sé medio raro todo pero simpático:
Luego vino una pareja de bailarines que mostraban los diferentes bailes e interpretaban las canciones (las historias que éstas contaban, entiendo yo). Les preparé este videito:
Bailában muy bien, la chica pegaba unos giros increíbles como pudieron ver en el video. Le pusieron un poco de humor al interpretar a unos viejitos y otras situaciones graciosas.

Mientras comimos el postre, invitaron a los que quisieran a participar del show tocando instrumentos:
Y el chico seguía revoleando a la chica por los aires quien, chocha, giraba como loca sin parar. Muy típico
En un momento se armó el trencito y todo:
Y una mezcla cultural interesante al hacer bailar a la gente, como nuestra compañera de mesa australiana bailando con el señor turco de “la mesa de los turcos” que era un personaje.
¿Yo habré participado? ¿Le habré hecho mover las cachas alguna señora? Ah… les dejo mirar este último video para descubrirlo (Una pista: 1:06, el de remera gris)
Y así, entre vinos, música y baile se pasó la noche y en un momento (típico de estas cosas) se cortó todo y nos echaron pues el señor del transfer estaba afuera esperando para llevarnos de regreso al hotel.
Una noche que nos en-can-tó, muy recomendable para todos los turistas que quieran experimentar algo diferente. La República Checa tiene esa ventaja de ser muy accesible en los costos y precios, ya que este tipo de actividad en cualquier otra capital europea puede costar fácilmente el triple. Así que una buena oportunidad
Ojalá les haya gustado el paseo por Praga. Nos vemos en el próximo post para seguir con el roadtrip, volviendo ya para Alemania pues aún nos quedaba Berlín y Hamburgo por visitar!
Rod, lo que me reí, te juro me lloran los ojos! Estoy en el laburo y no entienden por qué me río tanto!!! Ay por favor, la casita donde actuaban… Es una casa! Parece la casa de una de las señoras, se montaron un show!! Bien por las fotos y los videos pero igual leyéndote me imaginaba todo tan Simpson! Como la escena en que tocaban instrumentos y la chica seguía ahí arriba dando vueltas… Y con el trencito, bueno, casi escupo todo!
No sé si tu intención es lo que me despertó pero me re divertiste! Dale, seguí escribiendo, la chispa sigue intacta!
Jaja claro que es la intenciòn, es que es tal cual cómo te lo contaría en persona
La imagen de la chica girando sin parar es lo más !
Gracias por apadrinar el blog y difundirlo jaja no es mi fuerte
Jajaja tu baile final moviendo la cabeza para sonreirle a la Sra con quien bailabas que gracioso!! Me encantoo bien tipica la cena muy divertido… me quede mirando la foto de la Sra con ese instrumento de piel parecía un gato?? Jaja Besos
Jajja sí parecía un gato muerto jaja yo sabía que te iba a causar gracia el bailecito