
En nuestro último día en Berlín decidimos visitar el Deutsches Technikmuseum Berlin, por un poco de cultura vio, antes de dejar la capital alemana para continuar hacia nuestro último destino en este road-trip, Hamburgo. Hoy en este post les cuento qué nos pareció y qué vimos en este museo.
Si no tienen el tiempo de ir a visitar este museo, les recomiendo por lo menos pasar a verlo desde afuera. Como se ve en la foto de arriba, el edificio moderno tiene una estructura interesante y un US Air Force Douglas C-47B colgado en la terraza, sobresaliendo por la cornisa.
Era un día de semana, pero por ser vacaciones de verano igualmente había bastante gente (no necesariamente niños). El costo de la entrada es apenas €8 (aunque hay otros pases y combos de tickets con otros museos de Berlín) lo que me pareció muy buen precio por la cantidad de objetos que tiene.
El museo está dividido en diferentes secciones según el tipo de tecnología, claro. En total son 14 áreas en las que se exponen, según lo que dicen ellos, solamente un cuarto de todos los objetos que tienen, entre los más importantes: locomotoras, aviones, computadoras, radios, cámaras, teléfonos, motores, máquinas a vapor, instrumentos científicos, máquinas de papel, imprentas, etc. Un paraíso para los que nos gusta la tecnología en todas sus formas.

La parte por la que comenzamos el recorrido fue la sección de telecomunicaciones, radio y televisión. Hay teléfonos, televisores, cámaras y hasta la representación de un set de televisión antiguo.
La sección de los barcos también es muy vasta, con representaciones de barcos a vela primitivos y decenas de modelo a escala de diferentes embarcaciones de todo tipo, mostrando la evolución a través de los siglos. Súper interesante!
La parte más grande y que ocupa varios pisos, es sin duda la de la aviación. Comienza con diferentes dispositivos de vuelo primitivo y, de la misma manera que la sección de navegación, muestra la evolución de la industria
También hay algunas maquetas súper detalladas que nos quedamos observando un rato largo:
Y motores también, por supuesto:
La exposición muestra con orgullo más de 200 años de historia de aviación alemana, una de las estrellas es este Bücker Bü 131 “Jungmann“, en su momento de la flota de Swiss Air Force.
Eventualmente llegamos al último piso y al acceso a la terraza, donde está el avión que les contaba al principio
También hay una parte con algunos modelos de los comienzos de la aviación comercial…
Incluidas algunas representaciones de pasajeros, equipajes y otras situaciones de aeropuerto.
Finalmente, la última sección que visitamos (o por lo menos de las que les muestro en este post, antes de que se me duerman los menos interesados) fue la de las locomotoras y trenes. Esta sección es INCREÍBLE: 34 vías de tren con 40 vehículos originales en exposición.
La exposición se encuentra, obviamente, en una parte diferente del resto del museo, y es como un hangar que representa una antigua estación ferroviaria.
En esta sección, lo que más nos impresionó fue este vagón donde se transportaban a los judíos a los campos de concentración. Si mal no recuerdo, este en particular es uno de aquellos que fueron encontrados abandonados en Dachau cuando el campo de concentración fue liberado, con gente muerta adentro congelada por el frío.
Siento que esto es un 10% de todo lo que vimos, y aún menos de todo lo que hay para ver y aprender en este museo: se lo súper recomiendo
Nos despedimos oficialmente de Berlín con un buen almuerzo en el restaurant del museo (muy bueno también), antes de emprender el camino hacia Hamburgo.
Espero que les haya interesado este recorrido rápido por el Deutsches Technikmuseum y que lo tengan en cuanta para su próxima visita a Berlín. Uno de esos lugares de los que salís sabiendo varias cosas nuevas
Gracias por pasar, nos vemos en Hamburgo, última ciudad de este paseo por la hermosa Alemania !
Hola! Muy interesante! Nos quedó pendiente esa visita, pero compensé a mi marido llevándolo un año después, al Museo de Sinsheim, hay tanto por ver en ése lugar que necesitaría un espacio más grande para apreciarlo.
Nos “vemos” en Hamburgo:)
Ah wow Betty, ahí tienen un Concorde de Air France? Lo anoto para cuando nos toque hacer el oeste de Alemania