

Bienvenidos a Múnich ! El camino desde Basilea fue muy agradable y tranquilo, y llegamos a al hotel apenas caída la noche. Hicimos el check-in, estacionamos el auto en el parking interno en el subsuelo y fuimos a dejar nuestras cosas a la habitación. Con bastante hambre, volvimos a bajar y le pedimos al chico de la recepción que nos recomiende un lugar para ir a cenar.
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